Assouline

Royal Oak: De Iconoclasta a Ícono repasa cómo el Royal Oak de Audemars Piguet causó revuelo al ser lanzado en 1972, con su armadura de acero inoxidable acabado a mano que envolvía el movimiento mecánico de cuerda automática más delgado de su época, y cómo ha brillado alrededor del mundo en las décadas siguientes. Por primera vez, el acero fue ennoblecido al mismo nivel que el oro. Inspirado por los profundos cambios culturales, artísticos e industriales de los años 60 y principios de los 70, este reloj visionario anticipó un estilo de vida más activo pero informal, al mismo tiempo que marcaba el comienzo de una nueva era de relojería de alta gama que combinaba deportividad y refinamiento. Aunque un caso aislado al principio, el Royal Oak pronto encontró una audiencia entre la juventud de espíritu libre, que reconoció la audaz combinación de avances tecnológicos y artesanía ancestral del reloj. El Royal Oak ha sido un lienzo de innovación desde entonces, dialogando con el arte, la música, la arquitectura y el deporte. Hoy en día, un artefacto cultural más allá de la relojería, el Royal Oak es un objeto de permanencia en un mundo de obsolescencia, encarnando la libertad creativa y el espíritu juvenil de aquellos que han contribuido a escribir su historia.